miércoles, 4 de noviembre de 2009

CAMILO VILLEGAS

Adentrandome en el mundo del Golf , me topo con un gran golfista Colombiano, Camilo Villegas. El cual se enfrenta con los mejores del mundo haciendo quedar muy bien a su pais con los grandes resultdos que obtiene. AQUI LES DEJO UNA ENTREVISTA QUE, EL ESPECTADOR, TUVO CON EL:

http://www.elespectador.com/deportes/golf/articulo129574-los-golfistas-no-somos-maquinas-camilo-villegas

Dice que en la empresa ‘Camilo Villegas' trabaja mucha gente y que quiere expandir su marca en todo el mundo.

La aureola va creciendo en la misma medida que su juego y él se va consolidando entre los mejores golfistas de la PGA. Torneo tras torneo, hoyo tras hoyo, Camilo Villegas, de 28 años, nacido en Medellín, aumenta su fama y su chequera, pues también tiene claro que es una máquina de hacer dinero y que detrás de él y sus ingresos debe existir todo un equipo que ayude en la administración del producto ‘Camilo Villegas’, así como en su momento otros grandes golfistas lo han hecho.

Integrante de International Management Group (IMG), sus consejeros en asuntos de inversión, manejo de imagen, relaciones con el circuito y con la prensa, Villegas debe atender durante un día normal todos los frentes de su marca, de su producto estrella, que no es otro que el que encarna este joven atleta que se hizo conocer primero por su extraña posición para leer las ‘caídas’ de los greens, por lo que fue bautizado como ‘El hombre araña’; después, por sus coloridas, vistosas y modernas vestimentas, y hoy también se le reconoce por sus condiciones de jugador, pues su séptimo lugar en el escalafón mundial y sus dos triunfos al final de la temporada pasada lo han llevado al estrellato y a un respeto absoluto. Por eso, Camilo entrena, Camilo juega, Camilo filma comerciales, Camilo atiende la prensa, firma autógrafos, hace negocios e inversiones.

¿Cómo es su día normal?

Es difícil llamar normales a mis días. Son pocas las noches al año en que duermo en mi cama. Vivo viajando; vamos a ver cuántos días paso este año en mi cama. Pero esto fue lo que escogí para mi vida, lo que me apasiona y por lo que trabajo duro. Es mi oficio y sacrifico muchas cosas por conseguir otras. No me arrepiento nunca de haber tomado la decisión de ser golfista profesional.

¿Qué es lo que más le gusta de su trabajo?

Es un reto personal que me motiva y me da un sentido de vida, una dirección. Uno en la vida se pone metas y trabaja para lograrlas y eso es exactamente lo que el golf me ha dado.

¿Qué le falta por conseguir?

Muchas cosas. La vida es un proceso y yo ahora estoy muy enfocado en jugar, en conseguir mis metas, y ahí voy logrando lo que quiero. Cada jueves, cuando nos paramos en el tee del uno, somos 144 jugadores que queremos ganar. Pero para todo es necesario ir paso a paso, hoyo a hoyo. Lo único que pienso cada mañana es que debo tener una buena actitud; yo no puedo controlar lo que hacen los demás jugadores, no puedo controlar las condiciones del clima, si la bola rebota para la derecha o para la izquierda, pero sí me puedo controlar a mí mismo, mi actitud y si puedo hacer eso, voy superándome y estoy más cerca de ganar.

Ya obtuvo dos torneos PGA, ¿se siente próximo a un Major?

Debo seguir trabajando y trabajando. El golf es un deporte muy extraño, en el que nunca llegamos a la perfección. Ni siquiera Tiger es perfecto, también se equivoca; menos que los demás, pero es humano. Por eso, los golfistas entrenamos y entrenamos, buscando pegarle mejor, tener mayor consistencia y aun así tenemos un hoyo bueno y un hoyo malo, un día bueno y otro para olvidar. Esto es golf.

¿Recuerda un día especial?

Es difícil seleccionar uno solo. Gané torneos como aficionado que me causaron inmenso placer... cuando vencí el primer torneo en la Gira... otros días en que he jugado muy bien. Cuando se cumplen metas, se recuerdan bien. El jugar en el Tour es muy especial para mí. Pero no me olvido, esto es golf.

¿Cómo es el mundo de la PGA?

La gente nos ve sólo cuando nos paramos en el tee y buscamos la victoria, pero atrás hay muchísimas cosas. El manejo de los medios de comunicación, la interrelación con los aficionados, la presencia de los patrocinadores. Son muchos factores que distraen, pero que son necesarios en nuestras vidas. Los jugadores tenemos que atender todos los frentes y, además, jugar bien.

¿Hay mucha envidia, es un medio sano o es difícil la convivencia?

Hay de todo, como en cualquier conglomerado, pero el golf es un deporte de caballeros. Tengo muchos amigos y me la llevo bien con todos. La verdad, la paso bien y me parece ameno; esto fue lo que elegí como forma de vida.

¿Se siente bien tratado en sus cuatro temporadas en la PGA?

Sí, soy un afortunado. La gente del golf, aficionados, medios, patrocinadores y colegas han tenido una reacción positiva a la forma en que me he portado dentro y fuera de la cancha. Creo que lo he hecho bien, doy buen ejemplo y eso me mantiene satisfecho.

¿Cómo reacciona hoy cuando juega mal un día?

Somos seres humanos, no somos máquinas, y cada día aprendo a tomar los días malos con mayor tranquilidad, con más paciencia y mesura. La temporada es muy larga y no me puedo mortificar por un bogey o un doble bogey. Se me haría eterna la temporada. Detrás de los pensamientos negativos vienen más cosas malas. Siempre tengo en mente que esto es golf.

¿Tiene problemas con el cambio constante en la alimentación?

Ninguno. Tengo una dieta de comida saludable, me cuido.

Hablando de Colombia

Cuando Camilo ganó el primer torneo profesional reclamó una bandera tricolor, se la enrolló y les mostró a todos que es un jugador que ama a su país. Es un ejemplo para todos los compatriotas que acuden a los campos del mundo y lo alientan.

¿Se entera de lo que pasa en Colombia?

En general sí. Cuando tengo un poco de tiempo voy al país, pero me mantengo montado en un avión, viajo mucho por todo el mundo, mi vida profesional discurre en otros países, pero nunca he dejado de sentirme colombiano; amo y quiero a mi país con sus defectos y virtudes. Trato de mantenerme informado.

¿Cuál es su mejor amigo en el Tour?

No sería justo hablar de uno solo, tengo diez o doce personas con las cuales me la llevo muy bien. Con Sergio García paso buenos ratos y con Andrés Romero departimos mucho en los torneos.

¿Qué significa para el golf el regreso de Tiger?

Tiger es un gran ejemplo para el deporte. Lo que ha logrado él, lo que él ha hecho por el PGA Tour, es beneficioso para el golf. Cada vez que juego un torneo donde él está, trato de superarlo. Ganarle al mejor siempre es grandioso. Para todos es un enorme reto. Y ahora que volvió, queremos vencerlo, porque él siempre saldrá a ganarnos a todos. Para él, sólo existe la palabra ganar.

¿Como es Tiger como persona?

Tengo una buena relación con él, es una persona seria, con demasiadas cosas alrededor de su vida. Su golf, sus negocios, su fortuna, sus retos... es otro mundo. Si uno tiene miles de distracciones en el camino, imagínese como será la vida de Tiger.

¿Cuál es el campo más difícil?

Eso depende mucho de las condiciones climáticas y la forma en que preparen el campo. La lluvia y el viento son factores que nos hacen muy difícil el juego en ciertos días.

Hacia el Masters

Ganar un torneo Mayor es la próxima gran ambición, el reto que se ha puesto el golfista colombiano para esta temporada, tras superar el obstáculo que significaba ganar en el Tour. Y el archiconocido y difícil campo de Augusta National, Georgia, donde se disputa anualmente el más famoso de los torneos del golf mundial, es una espina clavada pues en dos ocasiones en que ha participado, no ha podido pasar el corte.

Se viene el Masters de Augusta en los primeros días de abril, ¿cómo se encuentra para este reto?

Bien, estoy jugando bien, acabo de hacer un buen torneo en El Doral y espero llegar en mis mejores condiciones al Masters.

¿Cómo es Augusta?

Un campo muy difícil, con unas condiciones muy especiales. Se requiere mucha inteligencia para saber jugarlo. El primer año fue una gran experiencia y el año pasado no estaba jugando bien cuando llegó el torneo. Espero hacer un buen torneo en esta ocasión. Siempre que me paro en el tee del uno, pretendo ganar el torneo y Augusta no es diferente.

La marca ‘Camilo Villegas’

En Colombia hace publicidad a cerveza Club Colombia, representa a la Federación Colombiana de Cafeteros en el mundo, viste ropa de marca y la hace conocer, tiene contratos con las bolas Titleist y permanentemente aparece en anuncios y comerciales de zapatos Foot Joy y palos Cobra; es patrocinado por Caremark y ahora ingresó al mundo CVS, una cadena de droguerías de la Florida. La fama, su figura juvenil, el desparpajo y su aire optimista y fresco lo han convertido en uno de los íconos preferidos de las agencias especializadas.

¿Cuánto tiempo le quita a la semana el trabajo de la publicidad?

Todo depende de las expectativas y necesidades de los clientes. No sólo nos paramos para jugar al golf el día jueves; de lunes a miércoles atendemos todo tipo de compromisos. Eso hace parte del trabajo que he escogido.

¿Le gusta ese mundo?

Camilo Villegas no es solamente Camilo Villegas, es una empresa y mi obligación es afrontarlo de esa manera, construyendo una buena imagen, teniendo buenos sponsors. Esto es bilateral.

¿Alguna publicidad le ha molestado, le gustan las filmaciones de los comerciales?

A veces son un poco engorrosas y tardan más de lo que uno desearía, pero es parte del trabajo.

¿Le han ofrecido salir en una película?

No, no me han hecho la oferta y por el momento estoy interesado en jugar golf y seguir cumpliendo el proceso. Si algún día me la hacen, ya veremos, cada día trae su angustia.

En los últimos meses ha jugado fuera de Estados Unidos, España y Australia, ¿piensa disputar el circuito europeo?

Quiero jugar alrededor del mundo; siempre lo he deseado, pero para hacerlo tengo que estar entre los cincuenta mejores del mundo, para así poder entrar en los torneos mayores y los torneos especiales de los dos circuitos, el PGA y el europeo.

¿Lo hace por razones golfísticas o comerciales?

Por las dos. Repito, Camilo Villegas es una empresa y en la consolidación de la marca es necesario expandirla al mundo. Algunos patrocinadores quieren que la imagen sea globalizada.

¿Cuántas personas trabajan para esta empresa?

No sé, hay tanta gente que no sé exactamente cuántos colaboradores tiene la marca.

¿Quién maneja todo?

IMG. Ellos me hacen la vida más fácil y yo tengo que jugar lo mejor posible; el resto lo manejan ellos.

Un hombre reservado

De su vida personal no le gusta hablar. Tan sólo cuenta que vive en Júpiter, Florida, que hace poco se pasó a una casa en esa localidad, donde también moran varios jugadores del Tour; que tiene novia pero que no quiere que se conozcan ni su nombre ni sus planes, pues eso sólo es de su incumbencia; que monta en bicicleta cuando tiene un rato libre, porque lo saca del estrés y le divierte, lo aleja un poco de su trabajo; se ve en un futuro casado y con hijos, pero afirma que cada cosa llegará a su debido tiempo.

¿Qué recuerdos tiene de la elección como Deportista del Año 2008 que le hizo El Espectador?

Fue algo especial, muy especial. Nunca me acuesto a pensar en que me voy a ganar un premio, pero fue muy satisfactorio para mí el reconocimiento de la gente de mi país. Tantos deportistas colombianos que sueñan con lo mismo y que uno haya podido ganarlo es estimulante y agradable. Fue una gran motivación para superarme todos los días como deportista y como persona.

Y así se va. Camilo el hombre, atento y amable, que conoce sus obligaciones como deportista de alta élite pero es celoso con su vida íntima y su tiempo, el golfista que cada día juega mejor y que ya pretende ganar un Major, pues esa es la próxima meta a cumplir, y Camilo el empresario que tiene la marca en su cabeza y la obligación de hacerla conocer en todo el mundo.

Como dice con absoluta seguridad, “estoy subiendo la montaña, voy subiendo, subiendo”.

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